Por qué consumir sal baja en sodio y los beneficios a la salud

Sin embargo, la mayoría de las personas consumen demasiado sodio a diario a través de la sal. De acuerdo con la OMS, el promedio de consumo oscila entre 9 y 12 gramos de sal al día, mientras que el consumo de otros minerales, como el potasio que se encuentra en frutas y verduras, es muy bajo entre la población.

Hoy en el blog de Pochteca explicaremos los riesgos de una alimentación alta en sodio para la salud, y te hablaremos sobre la sal baja en sodio: qué es, sus características y beneficios de incorporarla a la dieta.

Riesgos de una alimentación alta en sodio

Cuando hablamos sobre el consumo de sodio, la mayoría de las personas piensa que solo se trata de la sal de mesa y piensa que no ponerle sal a la comida ya cocinada es una medida suficiente, o bien, reducir la dosis de sal para aliñar los alimentos.

Sin embargo, el sodio está presente en prácticamente todos los alimentos procesados, aunque no sean salados, sino dulces.

Al no conocer el contenido de sodio en lo que comemos, no tenemos idea de cuánto consumimos al día, por lo que es fácil excederse.

Las consecuencias del exceso en el consumo de sodio son graves. Se ha comprobado que una alimentación rica en sodio causa hipertensión arterial que, a su vez, se relaciona con el 5% de los fallecimientos por enfermedades cardiovasculares.

El sodio provoca que las arterias se pongan rígidas y se formen placas que impiden la circulación de sangre al corazón y los riñones, lo que puede provocar insuficiencia renal e incluso cáncer gástrico.

Los accidentes cerebrovasculares, las várices, la osteoporosis, la formación de cálculos renales, la inflamación, distensión abdominal y el aumento de peso también se relacionan con un excesivo consumo de sodio debido a la retención de líquidos que provoca en el organismo.

Alimentos ricos en sodio, ¿cuáles son?

 La mayoría de los alimentos procesados tienen un contenido muy alto en sodio.

Los más destacados son:

• Quesos. Parmesano, cheddar, manchego.
• Embutidos. Jamón serrano, chorizo, salchichas, salami, pepperoni.
• Pescados salados o ahumados. Bacalao, salmón, arenque, surimi, atún y caballa en aceite.
• Frutos secos salados como los cacahuates.
• Cereales y derivados. Pan de molde, bollería industrial.
• Conservas. Frutas y vegetales enlatados o congelados y mermeladas.
• Alimentos preparados o precocidos. Sopas de verdura deshidratadas, enlatadas o en sobre, concentrados de caldo de pollo.
• Otros. Mantequilla y margarina con sal, mayonesa, mostaza, salsas envasadas, papas fritas, palomitas para microondas.

En general, se estima que más del 70% de sodio que se consume en la dieta proviene de alimentos procesados, el 10% es agregado durante la cocción o aliño y un 15% que se encuentra de forma natural en alimentos frescos como huevo, carne, frutas y verduras.

Sal baja en sodio: ¿qué es y por qué consumirla?

La sal es un aditivo muy importante en los alimentos. Mejora su sabor, ayuda a mantenerlos frescos, a deshidratarlos y enmascarar sabores desagradables (como el de la cebolla).

Además, es vital para el funcionamiento del organismo ya que interviene en la función muscular, cerebral, del corazón y a mantener el pH en la sangre.

Como su nombre lo indica, la sal baja en sodio es un producto con un menor contenido de este mineral. Su sabor y apariencia es similar a la sal común, pero el cloruro de sodio se reemplaza con cloruro de potasio u otros minerales que no aumentan la presión arterial.

Beneficios de la sal baja en sodio

Al igual que los sustitutos del azúcar, como el aspartame, la sal baja en sodio tiene hasta un 50% menos sodio que la sal común. Con esta disminución, se puede obtener beneficios como:

• Menor riesgo de hipertensión, enfermedades cardiovasculares, retención de líquidos y otros padecimientos.
• Niveles de potasio en sangre ligeramente más altos.
• Prevención de eventos cardiovasculares o cerebrales.
• Alimentos procesados con el mismo sabor y sin los octágonos de alerta en las etiquetas.

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La preocupación por el consumo excesivo de sodio va más allá de la alimentación doméstica e incluye a la industria alimentaria en general. Para fabricar alimentos sabrosos, con un menor contenido en sodio y un perfil de salado adecuado, te recomendamos Healthy Salt.

Healthy Salt es una sal con 50% menos sodio que la sal común, ideal para alimentos como carnes procesadas, lácteos, quesos, conservas, productos enlatados, pan de molde, bollería industrial, entre otros.

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