En Latinoamérica el chocolate es un producto del que proyecta crecimiento principalmente en el segmento premium.
El consumo en los países latinoamericanos está lejos del consumo promedio de algunos países europeos en los que se llegan a consumir hasta 10 kg anuales por persona, sin embargo en Europa el crecimiento del mercado del chocolate se ha detenido, en México se consumen alrededor de 800 g al año, lo que indica que hay oportunidad de crecimiento.
Es un producto que se considera de consumo estacional o de fechas especiales, San Valentín, Día de las Madres y la temporada navideña.
Los productos estándar o de consumo habitual, los productos de chocolate sufren la competencia de las barras de cereal y de otros productos con menos calorías.
Las barras de chocolate dependiendo de la mezcla de azúcar, cacao y manteca de cacao pueden contener mucha grasa.
Los chocolates obscuros son los que tienen más contenido de cacao, diversos estudios sostienen que el consumo de chocolate con un alto contenido de cacao tiene múltiples beneficios para la salud por ser rico en minerales y polifenoles que tienen un efecto antioxidante y su consumo podría mejorar el estado de ánimo.
El futuro del chocolate está en el segmento premium.
Productos de alta calidad con un contenido de cacao del 70%, son los que tendrán más aceptación de acuerdo a las tendencias de consumo, los consumidores estarán más pendientes del contenido de cacao que tienen las barras de chocolate.
El chocolate obscuro reducido en azúcar o elaborado con edulcorantes, en presentaciones más pequeñas, productos que tengan combinación con arándanos u otros frutos secos o semillas podrían ser más atractivos para el consumidor.
El chocolate gourmet puede desarrollar muchas variantes, aplicaciones creativas en cuanto al aspecto, la combinación del chocolate con frutas exóticas o especias.
Se presentó una nueva variedad, el chocolate rosa, la cual ha generado muchas expectativas por su asombroso color natural y un sabor diferente obtenida de una variedad del cacao de vainas rojizas, una novedad que tardó 80 años en surgir para completar la gama del chocolate con leche, el blanco y el obscuro.