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Grasas industriales de origen biodegradable

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Una de las preocupaciones de todos los sectores industriales es el medio ambiente, por eso, detener el daño a los ecosistemas es indispensable, sin afectar o reducir la eficacia de los distintos productos que se utilizan para las diferentes industrias, los aceites industriales no son la excepción en la búsqueda de la sustentabilidad, que se ha basado en el crecimiento tecnológico y que permite el uso de aceites minerales para el desarrollo de lubricantes biodegradables. 

Un equipo de químicos de la Universidad de Huelva, España, desarrolló lubricantes a partir del quitosano -un derivado de las cáscaras de los crustáceos- y aceite de ricino, a los que se añadieron antioxidantes naturales como aditivos, estos incrementan la durabilidad en la fórmula final, manteniendo las características de consistencia y fricción que los aceites industriales tienen, pero en un producto eco amigable.

Actualmente el sector de los lubricantes industriales busca la mejora de productos bajo un punto de vista medioambiental, ya que estos productos de uso industrial suelen tener aceites minerales como matriz líquida y jabones metálicos como aditivos espesantes, que pueden contaminar el medioambiente y no son biodegradables. Por esta razón, los investigadores buscan desarrollar fórmulas que lubriquen la maquinaria industrial pero con compuestos de origen natural.

Ya que los compuestos principales de las grasas industriales son el agente espesante y el componente oleoso, los investigadores utilizaron la mezcla de quitosano y aceite de ricino, sobre la cual se efectuó una modificación química selectiva para conseguir que las moléculas se unan y se mantengan estables, resultando en una especie de biogel y propicios para ser lubricantes industriales.

Para obtener la resistencia y durabilidad adecuadas, es necesario realizar modificaciones químicas específicas, según explica Jesús Fernández Arteaga, uno de los investigadores de la Universidad de Huelva. Además, dio a conocer que la mezcla de quitosano y aceite de ricino sufre un deterioro por oxidación espontánea, lo que consiste en uno de los principales inconvenientes de los lubricantes a base de aceites vegetales ecológicos. Para solucionar esta problemática se eligieron derivados del ácido gálico, ácido ascórbico y de betacariofilenos, todos de origen vegetal, así como compuestos de la familia de los estilbenos.

Los resultados de la investigación se publicaron en la revista industrial Crops and Products, demostrando que los antioxidantes retardan la oxidación de los geles biodegradables, especialmente cuando se utiliza ácido gálico y ácido ascórbico, siendo menores los efectos con los derivados del estilbeno.

Fernández Arteaga afirmó que se comprobó el retraso de la oxidación con el uso de componentes derivados de recursos naturales, dando como resultado fórmulas amigables con el medio ambiente, pero también con potencial para aplicaciones en lubricantes industriales específicos.

Para comprobar su funcionalidad, los investigadores sometieron el lubricante a diversas pruebas, comparándolo con grasas comerciales; la primera prueba fue un análisis termogravimétrico para comprobar las variaciones de temperatura que sufre cuando se aplican determinadas temperaturas; además, se analizaron las propiedades reológicas, que afectan a la deformación del material sometido a temperatura, para lo que se evaluaron dos componentes: la viscosidad y la viscoelasticidad. También se evaluó la estabilidad mecánica, es decir, los posibles cambios en la consistencia del lubricante a causa de vibraciones o del trabajo mecánico en general, características indispensables a evaluar, ya que pueden producir fallas en los diversos mecanismos si el lubricante no mantiene sus características.

Por último, se determinó el coeficiente de fricción, que se relaciona con el ahorro energético que conlleva la lubricación.

Los resultados de estas pruebas demuestran la semejanza en las propiedades de los lubricantes industriales biodegradables con los tradicionales, pero con el beneficio de que se retrasa la oxidación, por lo que suponen una alternativa a los aceites convencionales.

El siguiente reto es transferir la fórmula a una escala industrial, sin embargo, la gama Castrol ya cuenta con una línea de aceites hidráulicos biodegradables: Castrol, recomendable para transmisiones de potencia y sistemas hidráulicos en áreas medioambientales sensibles.

En Pochteca Lubricantes contamos con toda la familia de lubricantes industriales Castrol, además somos una empresa con un alto compromiso medioambiental. Llámenos y le ayudaremos a elegir el lubricante que más se ajuste a sus necesidades.

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